El desarrollo japonés gana valor como exclusiva
El patito feo del 2015 de Wii U, pero si no hubiese sido anunciado como exclusiva, nadie le habría hecho caso. Ahora mismo tenemos a occidente tomando casi por completo el control del mercado de los videojuegos. Grandes empresas con muchos estudios de desarrollo creando productos sin parar para lanzar el 'nuevo modelo' año tras año, consiguiendo mucha mayor visibilidad y cada vez mayores ventas y mayor presupuesto. Mientras tanto, el videojuego japonés va perdiendo valor al no ser considerados superventas en su mayoría, al estar no tan orientados a 'lo que la gente busca'. Pero dentro de ese reducto japonés, quienes llegan como exclusiva, lo hacen con más fuerza. ¿Qué ha conseguido el bueno de Suda51 con juegos como Killer Is Dead, Lollipop Chainsaw o Shadows of the Damned? Poca cosa, contando con que sigue viviendo de las rentas de No More Heroes, exclusiva de Wii, y previamente de Killer 7, uno de los 'Capcom 5' exclusivos de GameCube. Quizá Let It Die, próxima exclusiva de PS4 pueda llegar a ser un nuevo punto de partida.
Ojalá que Mistwalker vuelva a las consolas, y ojalá que sea una gran exclusiva, sea de quien sea. Son diferentes tipos de exclusividades, pero al final son el tipo de juego que acaba dando sentido a un catálogo que de otra forma sólo se diferenciaría de la competencia en el shooter A vs el shooter B y el juego de conducción A vs el juego de conducción B. Lo bueno es tener a Mistwalker en un lado haciendo RPG con tanto peso que en el otro lado tengan que estar Level 5, Bandai Namco y Atlus, que Platinum Games lance un juego de culto a una plataforma mientras que anuncia una nueva exclusiva en otra, que un estudio como From Software vuelva a la palestra por el correveydile de una exclusiva dificilísima y que el público se enganche en la 'segunda parte', que Capcom oriente sus exclusivas hacia el tipo de público que abunda en cada plataforma,... Ese es el tipo de sentido que tenía la anterior generación, cuando Dead or Alive comenzó como exclusiva de una y Virtua Fighter como exclusiva (temporal) de otra, que la competencia se base en dar muchos motivos diferentes y no en ofrecer lo mismo. Ahora mismo, el número de exclusivas de origen nipón aumenta, mientras, eso sí, Konami y Square Enix van a su bola pensando ¿por qué no? Pues qué queréis que os diga, pero Kingdom Hearts y Metal Gear Solid me hacían más gracia como exclusivas. Que sí, que en un mundo ideal no necesitaríamos más que una máquina para poder disfrutar de Mario, Halo, Uncharted y todo lo que va detrás de ellos respectivamente, pero mientras que llega ese momento, que vivan las exclusivas.
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