El desarrollo japonés gana valor como exclusiva
Tener dos consolas y un PC para el tipo de juego que se consume en masa es algo completamente redundante. Está bien, desde luego, que varias plataformas puedan mover el mismo juego cuando se trata de algo que sencillamente busca ser popular, pero cuando se trata de hacer bien las cosas, una exclusividad acaba siendo un punto a favor. Cuando hay exclusividad de repente no hay presiones por la fecha (salvo con el lanzamiento de un hardware, claro, como ocurrió con Crytek y Ryse), y para el público, el juego gana un valor añadido. Como que es mejor por ser exclusivo. Así explicado puede parecer una tontería, pero han existido y existirán casos en los que la exclusiva marca una gran diferencia, hablando de exclusiva como de juego de una empresa ajena que desarrolla un juego para una consola por cualquier motivo, como Bayonetta 2, Bloodborne o Street Fighter V. El patito feo del 2015 de Wii U, pero si no hubiese sido anunciado como exclusiva, nadie le habría hecho caso. Ahora m...